Susana Dias

Entrevista a Antonio Candeias

En esta entrevista pretendo daros a conocer a un hombre que tuvo grandes experiencias en su vida y que desea compartirlas con jóvenes como nosotros e intentar que valoremos las oportunidades que el futuro nos presente.

Señor Antonio, nos costa que usted apenas estudio hasta cuarto de primaria sin embargo es usted un hombre bastante cultivado…

Si la verdad es que en la época en que he crecido poca gente estudiaba y menos si vivían en pueblos pequeños, con poco acceso al proceso de culturización. Era prioritario que los hijos, aunque apenas fueron niños, salieran a trabajar a casas de gente rica, alejados de sus familias durante meses, para poder suportar los gastos familiares. Yo personalmente viví esas circunstancias y a mis 11 años tuve que dejar el colegio y dedicarme a acompañar a mi padre, en el corte de madera. Sin embargo mantuve un enorme gusto por la lectura, nuestra Historia y un gran
amor por la arqueología así que me puedo considerar un autodidacta.

Nos consta que se dedicaba a numerosas actividades relacionadas por esas pasiones de que nos hablaba anteriormente. ¿Que tipo de actividades exactamente? ¿Como surgieron esas oportunidades?

Bueno en un principio yo y un grupo de amigos aficionados por la arqueología empezamos haciendo algunas expediciones por la zona donde vivíamos, pues sabíamos que había sido un antiguo asentamiento romano en su época.
Esta investigación dio frutos y el alcalde del pueblo nos cedió un local para exponer lo que habíamos encontrado, lo que más tarde nos lleva a formar un club de arqueología y incluso a escribir un libro sobre nuestras teorías. Se llamaba el club VEGAS y la verdad es que sigue existiendo y es reconocido nacionalmente.
Otra de mis buenas experiencias fue el teatro.
Tuve la oportunidad de hacer parte de un grupo de teatro del pueblo que me llevo a protagonista de obras como la Barca de los infiernos de Dante, entre otras. Esto nos llevo a actuar en la capital en una de mis jornadas laborales como albañil, profesión que llevo a cabo actualmente, y que actores conocidos de la época me prepusieran que colaborara con ellos en otras obras.
Sin embargo era un trabajo mal pagado y no pude aceptarlo pues necesitaba mantenerme económicamente y mi madre que seguía viviendo en el pueblo.

¿Que recuerda con más añoranza de su juventud a parte de estas emocionantes experiencias?

Bueno recuerdo que me encantaba pasear por el campo, concretamente por la Sierra de la Gardunha, solo, disfrutando de la naturaleza, otra de mis pasiones. La fotografía y la pesca, son sin duda mis últimas y mayores aficiones.
La fotografía siempre me fascinó y luego que puede me compre una de las primeras maquinas fotográficas que más tarde me permitió trabajar ocasionalmente como fotógrafo de bodas y demás celebraciones. Pero lo que de verdad me encantaba fotografiar era la naturaleza, bonitos paisajes que hoy conservo en los álbumes.
La pesca me llevo a concursar numerosas veces y me dio muchas alegrías.
Estas competiciones tenían lugar en todo el país, en grupos o solo, a donde casi siempre iba acompañado de mi mujer e hijas, apenas recién nacidas. Testigo de esos buenos momentos de convivió y de disfrute, propios de este deporte, son las decenas de copas y medallas, que se pueden apreciar en el salón de mi casa.

¿Hoy en día sigue usted realizando este deporte?

Ya no participo en concursos por su elevado coste, ya que el material utilizado en este deporte es poco accesible.
Sin embargo sigo pescando siempre que puedo acompañado de mi hijo y sus amigos, que disfrutan mucho con ello.

¿Que recomendaría a la juventud de hoy en día, una persona con su experiencia de vida, conocedor de las grandes artes y apreciador de lo más pequeño, como un pájaro en el ramo de un árbol?

Recomiendo que disfruten al máximo, como yo lo he hecho y que valoren las condiciones en las que viven actualmente. Pero principalmente que se enamoren de las cosas pequeñas que nos regala la vida, que son las que al final tendrán lugar en sus recuerdos.

Muchas gracias por contarnos tu historia. Seguro que servirá de inspiración a mucha gente.

Susana Isabel Candeias

Hoy en día las diferentes estrategias de marketing se han aprovechado del mundo sensible en que vivimos, para incitarnos al consumismo desmedido, poniendo a un lado la razón. A través de la imagen, medio visual de gran importancia en la sociedad actual, nos manipula de forma disimulada y nos desencamina de nuestra propia personalidad, creando una sociedad uniformizada, lejana a la que en tiempos existió.

Grandes marcas utilizan su poderío para simular una necesidad vital relacionada con el producto en cuestión y incluso se puede hablar de una adicción provocada por la ansia de una oligarquía que se pretende hacer todavía más fuerte y influir aun más en nuestras vidas.

Ya o se busca la máxima calidad en el producto sino que este represente algún valor importante que nos haga distintos de los demás que sin el no son más que vasallos de los verdaderos consumistas.

Puede decirse que volvimos a la Antigüedad, donde la clase Alta impone sus normas siempre visualizando sus objetivos, mientras los demás, meros esclavos, siguen sus normas sin capacidad de reacción, debido a la gran ignorancia en la que vivimos, impuesta por esta clase minoritaria.

Grandes marcas que prevalecen a lo largos de los siglos van monopolizando los mercados y alejando las pequeñas empresas de un supuesto mercado abierto que tanto proclaman nuestros gobiernos.

Formula así una paradoja entre en reflejo de estas grandes marcas con un pilar de la economía pero por otro un impedimento a la innovación y renovación de los mercados.